En nuestro cuerpo quedan gravadas las emociones experimentadas a lo largo de nuestra vida. Aquellas que logramos integrar se diluyen y forman parte de nuestro aprendizaje, las que nos bloquean estresa a nuestro organismo somatizandolo este a lo largo de nuestra vida.
Con esta información trabajamos para liberar bloqueos que casi siempre son emociones reprimidas o traumas almacenados en el subconsciente.